jueves, 28 de mayo de 2009

“Un día podría suceder cualquier cosa…un día podría cometerse un crimen”







Por Ivanna Soto
El periódico de la Ribera

A partir de un espacio despojado en donde un diván blanco con forma de rectángulo se ubica en el centro del escenario, Marcelo Velázquez debuta como director proponiendo una relectura a nivel de puesta de “Criminal” de Javier Daulte. “Necesitaba salir de la actuación para probar un rol más totalizador”, dice Marcelo.
Estrenada por primera vez en Octubre del 2007, luego de tres meses de ensayo, el elenco conformado por Uki Cappellari (Dra. A), Eduardo Narvay (Juan Bueras), Paola Cappellari (Diana) y Luis Dartiguelongue (Carlos Cossio), a partir de excelentes actuaciones, llevan a cabo una obra que aborda desde una perspectiva cómica y paródica los límites de la ética profesional y los clisés del psicoanálisis instaurados en los discursos del sentido común. La Dra. A, una psicóloga claramente desconcertada y neurótica, recibe la visita de Juan Bueras, a quien califica de paciente borderline para luego darse cuenta de que se trata de un colega. Juan le advierte acerca de un posible asesinato que cometerá Carlos Cossio, paciente de la Dra. A, hacia su mujer, Diana, quien, a su vez, es paciente de Juan.
Desde el mismo texto, Javier Daulte da la pauta de las rupturas espaciales y temporales que, tanto el director como los actores, trasladan a toda la puesta. “Sumar elementos a lo que propone el texto hubiera sido redundante”, señala Marcelo. Los actores se mueven en el escenario sin otros recursos además que ellos mismos manteniendo un código no naturalista de actuación. “Lo más difícil fue no dejar caer el nivel de emoción exigida, dado que la puesta requiere un estado constante de exacerbación que trasciende lo cotidiano”, explica Eduardo.
En la sexta producción de la compañía de teatro La Muda, que funciona desde el año 98, y cuya directora es Teresa Sarrail -también directora del teatro Del Borde- “Criminal” transita su tercera temporada y se encuentra todos los Sábados a las 21 hs, por un valor de $25. Sería un crimen no verla.

martes, 26 de mayo de 2009

TEMPORADA 2009

Más de 70 funciones
3ooo espectadores ya la vieron

¡Y siguen las críticas en el 2009!

Funciones: Sábados 21 hs.
DelBorde Espacio Teatral
Chile 630 - San Telmo

Reservas con anticipación:
4300-6201

miércoles, 6 de mayo de 2009

Mentiras y miserias en el diván

por Cynthia Bennardis

Una alfombra blanca, un diván y un perchero. Ese pequeño escenario es todo lo que se necesita para que cuatro grandes actores atrapen al público desde el primer momento. El crimen es la excusa perfecta para transitar un camino que no adelanta su destino. Ante la idea de una muerte futura, Criminal relata relaciones donde el psicoanálisis, el miedo, los celos, la mentira y el poder, son protagonistas.

La historia comienza con un grito y la discusión entre los dos psicológos de una pareja a la que analizan por separado. El Dr. Bueras intenta convencer a la Dra. A. de que el paciente de ella, Carlos Cossio, está por matar a su mujer Diana. Entre desconfiada y nerviosa, la analista decide no creerle, por eso Bueras rompe el secreto profesional y, a modo de flashbacks, los espectadores se adentran en las distintas sesiones de la pareja, las críticas, los gestos, las discusiones y peleas que parecen llevar a un asesinato obvio pero que deja de serlo con los distintos giros que marca el impecable texto de Javier Daulte.

Las hipótesis se refutan, la mentira muta a través de enredos y los sentimientos más poderosos quedan al descubierto. A pesar de la tragedia inminente y el drama que esta conlleva, la comedia se filtra y no abandona nunca la escena, cargada de ironías.

La historia llega a un punto donde los personajes se ven desbordados por la realidad que viven o creen vivir. Los psicológos abandonan el lugar de poder y muestran sus debilidades mientras los analizados toman el control de las situaciones. En la sala reina el suspenso y la risa, en el escenario ganan terreno el llanto, el miedo y la mentira. El crimen se ve cercano y parece no haber sido frenado, sin embargo, no se sabe quién será la víctima y quién el victimario.

Criminal reestrenó en marzo su tercera temporada en el teatro Del Borde, bajo la dirección de Marcelo Velázquez, quien aún se sorprende del éxito de la obra.

"A fines del 2007 comenzamos con la idea de mantener el espectáculo por dos meses, después vimos que quedaba gente afuera y decidimos volver por un tiempo en el 2008, pero el público no nos abandonó y nos presentamos durante todo el año, y así, gracias a la gente y a las ganas de los actores, volvemos en el 2009."

No hay excusa para perderse esta comedia-drama-policial que envuelve al espectador en un juego de psicoanálisis con muchas mentiras y pocas verdades, pero que cuando aparecen, impactan.

Abril 2009.

viernes, 1 de mayo de 2009

Revista Siamesa


por Nicolás Pose


Criminal es una obra donde la trama homenajea y al mismo tiempo revela las miserias del psicoanálisis, cuestionando la falta de ética que pueden llegar a tener los analistas como cualquiera de nosotros, con la diferencia de que ellos tratan a personas. Javier Daulte ha sabido aprovechar perfectamente la finalidad del psicoanálisis de la búsqueda de la verdad, de investigar el inconsciente, para construir un relato policial que no está exento de matices melodramáticos.La acción de la obra se construye en un espacio tan despojado como el de la psiquis humana, estando los cuatro actores a la vista del espectador pero sin participar de la acción al mismo tiempo. Y el espacio real es la habitación con diván: el símbolo del espacio psicoanalítico por excelencia. En ese espacio transcurre toda la acción de la obra, intercalando diferentes sesiones. Entra un actor y sale otro, estando todos dentro del mismo espacio.

El recurso es sumamente inteligente, ya que no interrumpe la acción en ningún momento, sumado a los cortes de escena que están marcados por los corte de luz.La obra comienza cuando el analista de Diana-Juan Bueras-, le cuenta en terapia a otra colega-la Dra A, analista de Carlos Cossio-que Carlos quiere asesinar a Diana, su esposa. Luego el espectador asiste a las otras terapias, la que mantiene Diana con Juan Bueras, y la que mantiene la Dra. A con Carlos Cossio. A través de las terapias se revela el carácter débil y mitómano de Cossio para esquivar la realidad, y el carácter posesivo de Diana, una femme fatal. Mientras tanto, a medida que la tensión aumenta ante la imposibilidad de saber si puede ser probable el crimen o no y el espectador coteja los diferentes diálogos de diván, la música logra momentos de clímax excepcional dotando al ambiente de mayor suspenso al estilo Hitchcock. Además de que la historia sea excepcional, también la obra critica a los analistas, más cuando en una parte de la obra la Dra. A charlando con Bueras sobre la situación le confiesa que no quiere perder a su cliente, e inmediatamente se desdice y agrega con una sonrisa, avergonzada: “paciente”.

Al principio la obra se perfila como un thriller psicológico, pero luego aparece el elemento humorístico cuando se parodian ciertos momentos de la práctica psicoanalítica, y sobre todo cuando Juan Bueras confiesa su homosexualidad y el espectador asiste a una transformación impensada.El final demuestra la inteligencia y astucia de Cossio y Diana y ridiculiza a los analistas, quienes finalmente terminan siendo engañados. Juan Bueras termina llorando desconsoladamente mientras las luces bajan progresivamente y la música se torna siniestra.

La falsedad de toda verdad es lo que parece demostrar la brillante historia de Daulte, ya que no existe “la verdad” sino que hay verdades, y no son las que uno siempre espera. Todo puede ser relativo dentro del mundo de la subjetividad y por ende del pensamiento de los seres humanos.Si la historia es impecable, también lo son las actuaciones. Se destaca sobre todo la impecable interpretación que hace Luis Dartiguelongue, construyendo un personaje tan complejo como el de Cossio. También Eduardo Narvay logra una gran interpretación, efectuando de manera admirable las transformaciones que sufre Juan Bueras a lo largo de la obra.La obra tiene muchos puntos altos, y es en este sentido que tiene la capacidad de aprovechar a la perfección la mayoría de recursos que provee el teatro. Es por eso que la música y las actuaciones, sumados al texto de Daulte y a la dirección del experimentado Marcelo Velázquez, arman un combo exquisito para degustar en cualquier momento.